La Comunicación para el Desarrollo como eje articulador

La comunicación para el desarrollo  no es un añadido, sino una actividad transversal en la gestión de los proyectos que implementamos junto a diferentes compañías, porque creemos que este componente fortalece el diálogo con los beneficiarios, socios y autoridades.

La comunicación ejerce una gran influencia sobre las culturas y la sociedad misma, no sólo cuando se difunde información, sino también y principalmente cuando se fortalecen las identidades, se ofrece reconocimiento social a ciertos personajes o actitudes, se castiga socialmente ciertos comportamientos y se validan acciones como legítimas; permitir que los ciudadanos y las comunidades se expresen y se hagan visibles, potencia la construcción de narrativas e imaginarios que impactan con fuerza en la sociedad. 

La comunicación es una dimensión básica de la vida y de las relaciones humanas y socioculturales. Es el reconocimiento de la existencia de personas que se relacionan entre sí dinámicamente, se interpelan intersubjetivamente (Alfaro, 1993: 27). Es la articulación entre comunidad y acción, una forma solidaria de actuar en común, un proceso relacional de apertura hacia el otro. La comunicación como concepto no puede existir si no coincide con los actos, las experiencias, las relaciones y el diálogo, sin la cultura.

En este contexto, desde Fundación Synapse formulamos y diseñamos procesos y estrategias de comunicación, desde los conceptos y enfoques de la comunicación para el desarrollo, porque creemos que se puede lograr una incidencia social y política y promover la participación y el cambio social con los métodos e instrumentos de la comunicación interpersonal, los medios comunitarios y las modernas tecnologías de la información. 

La comunicación para el desarrollo  no es un añadido, sino una actividad transversal en la gestión de los proyectos que implementamos junto a diferentes compañías, porque creemos que este componente fortalece el diálogo con los beneficiarios, socios y autoridades. De acuerdo con numerosos estudios y textos sobre experiencias de comunicación para el cambio social y el desarrollo, podríamos decir que América Latina es una de las regiones pioneras en la implementación de proyectos asociados con el desarrollo cultural, social, político y económico de las minorías, grupos étnicos, comunidades rurales y poblaciones asediadas por la guerra.

El proceso de fortalecimiento organizacional liderado por la Fundación Synapse y Promigas en las poblaciones de Rocha y Flamenco es precisamente un proyecto sustentado en las teorías de comunicación para el cambio social. “La comunicación para el cambio social, (…) se define como un proceso de diálogo privado y público, a través del cual las gentes deciden quiénes son, qué quieren y cómo pueden obtenerlo. Por cambio social entendemos un cambio en la vida de un grupo social, de acuerdo a los parámetros establecidos por ese mismo grupo. Esta aproximación busca especialmente mejorar las vidas de los grupos marginados (tanto política como económicamente), y está guiada por los principios de la tolerancia, auto-determinación, equidad, justicia social y participación activa de todos”[1].

Lo anterior es básicamente, el punto de partida del proceso, lograr que la comunidades de Rocha y Flamenco se narren a sí mismas, se representen y se vean reflejadas en el espectro de lo cultural de la región. Estimular y generar espacios donde se reconozca la diversidad cultural del territorio y se configuren nuevos imaginarios colectivos, que representen una identidad local más multicultural y rica en costumbres y tradiciones propias de nuestras etnias y pueblos, lo cual va a repercutir en comunidades más dinámicas y activas, que toman poder para decidir cómo se quieren visibilizar y como quieren que los vean.

Es de esta manera como se busca generar un cambio en las comunidades y ese cambio radica en comenzar a contarse a sí mismos y no permitir que miradas externas lo hagan por ellos. El proporcionarles las herramientas para que empiecen a producir sus propios contenidos ya sean radiales e impresos, les facilita el camino para que más nadie los cuente. 

 

Escrito por: Karina Martelo Camacho, especialista en procesos de comunicación para el desarrollo y procesos sociales de Fundación Synapse. 

 

 


 


[1] Informe 2002 para la Fundación Rockfeller